Si habéis llegado hasta aquí, probablemente os estáis sintiendo más lejos que nunca…
Tal vez hay silencios que duelen, reproches que se repiten, o una sensación de que desde que el bebé está en casa, ya no sois los mismos.
No sabéis cómo decíroslo sin heriros.
Os echáis de menos… aunque estéis todo el día juntos.
Y eso duele.
Pero también sé que estáis aquí porque todavía queréis cuidaros.
Porque no queréis que esta etapa os rompa, y porque sabéis que el amor no se apaga… simplemente está enterrado bajo el cansancio, los miedos y las heridas sin hablar.
Volver a hablar sin estar a la defensiva. Reírse otra vez por cosas pequeñas. Sentir que hay un espacio seguro donde ambos importáis.
Aprender a expresar lo que molesta sin que se convierta en guerra. Saber cuándo hablar… y cómo escuchar. Sostener el diálogo incluso en el cansancio.
Que no haya un “tú y yo” enfrentados, sino un “nosotros” que se apoya, se organiza y se acompaña en esta etapa tan nueva.
No se trata de hacerlo perfecto. Se trata de dejar de acumular rabia y culpa, y empezar a entenderse sin exigencias ni castigos.
Hay más carga emocional de la que esperabas durante la este periodo, es por ello por lo que te propongo herramientas útiles y prácticas para ser esta nueva versión de vosotros mismos.
Este es tu espacio seáis papá y mamá o mamá y mamá.
También parejas no monógamas.
Se te han activado miedos como el temor al rechazo de tu futuro del bebé por parte de la sociedad, la discriminación familiar, incluso la negligencia o falta de ética por parte de los profesionales de la salud debido a tu orientación sexual y/o relación afectiva actual.
Este es tu espacio inclusivo y seguro.
A veces basta con mirar a tiempo lo que duele para que no se convierta en herida. Este espacio es también preventivo.
En solo 4 sesiones podemos cambiar mucho. Si os comprometéis, el proceso será corto pero profundo.
Aquí no se trata de hacerlo perfecto. Se trata de hacerlo real, con ayuda. Yo os guío paso a paso.
No os voy a decir quién tiene razón. Os voy a ayudar a que os volváis a escuchar, de verdad.
¿Te preguntas cómo llegasteis a este punto si antes no era así?
¿Sentís que cualquier conversación termina en reproches o en silencio?
En estas sesiones aprenderéis a identificar qué hay detrás de las discusiones: muchas veces no es lo que se dice, sino lo que no se está sabiendo pedir.
¿Una persona lo vive con ansiedad y la otra lo esquiva?
¿Sentís que la balanza emocional está desequilibrada, y ya no sabéis cómo acompañaros?
Aquí podréis aprender a escuchar de forma que no duela, y a sostener al otro sin perderos a vosotros mismos.
¿Hace cuánto no tenéis una conversación que no sea sobre el bebé, el cansancio o las tareas?
En terapia recuperamos ese espacio de mirada real. Donde cada uno puede volver a ser visto, escuchado y sentido.
¿Teméis que la pareja se esté apagando sin marcha atrás?
¿Sentís que se ha perdido algo, pero aún no queréis soltarlo?
Este proceso no busca volver al pasado, sino crear un nuevo presente donde volver a elegiros con conciencia.
Si sentís que la comunicación ha disminuido, hay conflictos recurrentes o deseáis fortalecer la relación en esta nueva etapa, la terapia puede ser beneficiosa.
No necesariamente. También son útiles para parejas que desean prepararse para la llegada de un bebé o fortalecer su vínculo.
No es raro. Muchas veces uno lleva más tiempo sintiendo el malestar, mientras el otro está en modo “aguantar”. Podemos hacer una primera sesión para aclarar dudas y ver si ambos estáis dispuestos a trabajar. Pero el proceso requiere compromiso mutuo.
No. Va a sacar lo que ya está doliendo en silencio. Hablar con guía y cuidado no duele más: alivia. Lo que sí duele es no hablar nunca de lo que se va rompiendo.
Trabajo con procesos breves y estructurados. En muchas parejas, 4 a 6 sesiones son suficientes para reconectar, entender lo que está pasando y aprender nuevas formas de vincularse. Si se necesita más, lo vemos juntos.
Cada terapeuta y cada momento es distinto. Si lo intentasteis antes y no os ayudó, no significa que no haya solución. El enfoque perinatal es muy específico, y aquí trabajamos desde la comprensión de esta etapa vital única.
No. Este espacio es inclusivo. Trabajo con parejas diversas: heterosexuales, LGBT+, familias gestantes no normativas… Lo importante es el vínculo que queréis cuidar, no la etiqueta.
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